Es difícil pensar que el 25 de diciembre no siempre
ha sido un día festivo por derecho legal en Nueva Zelanda. Tanto Navidad como Año Nuevo o Pascual llegaron a Nueva Zelanda con los primeros colonos europeos. Al
principio la fiesta se tomó como una costumbre, no como un derecho legal. En la
primera mitad del S.XIX el día 25 de diciembre, a menos que fuera domingo, era
un día normal y corriente de trabajo para muchas personas, aunque en algunas
zonas, como Otago, ya era considerado un día de fiesta. Los restaurantes y las
tiendas abrían con normalidad y los periódicos se publicaban, algunos de ellos
incluso en nuestro siglo. La edición de la Gaceta de Nueva Zelanda del 25 de
diciembre de 1841 no era diferente de cualquier otro número del periódico.
La primera fiesta legal en Nueva Zelanda fue la “Bank
Holiday Act” de 1873, siguiendo el modelo de la legislación británica que
confirmó el cierre de los bancos el 25 de diciembre y algunos otros días de
fiesta.
La ley de empleo femenino de 1873 y la de las fábricas de
1894 dio a las trabajadoras y a los jóvenes empleados el derecho a ausentarse
el día de Navidad, Año Nuevo,
Viernes Santo, Lunes de Pascua y otros días.
Después de la introducción en la industria de la Ley de
Conciliación y Arbitraje de 1894, a la mayoría de los trabajadores de Nueva Zelanda se les garantizaba unos días festivos,
incluyendo el día de Navidad y San Esteban (Boxing Day) en sus acuerdos a
la hora de firmar el contrato. Estos derechos fueron confirmados por la Ley “Public
Holidays Act” de 1910.
A principios del S.XXI se ha incrementado el número de
neozelandeses que trabajan el día de Navidad
y otras fiestas públicas, principalmente
en los sectores del transporte, la salud, la hostelería y servicios esenciales.
Bajo la ley “Holidays Act” de 2003 las personas que trabajan el día de Navidad tienen derecho a un pago adicional o a un día
alternativo de fiesta.
Meri Kirihimete
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