Bienvenidos al Parque Nacional de Tongariro.
El pueblo de Tongariro está
cerca de la base del Monte Ruapehu, en la meseta volcánica, a medio camino
entre Auckland y Wellington. Cuanta con excelentes
vistas de las tres montañas, el Monte Tongariro, el Monte Ngauruhoe (lugar de
filmación de El Señor de los Anillos)
y el Monte Ruapehu. Es un área única en el mundo con más de 300.000 años de
formación.
El parque Nacional de Tongariro
es el más antiguo de Nueva Zelanda y
una doble zona de Patrimonio Mundial, con importantes asociaciones culturales y
espirituales maoríes e importantes características volcánicas.
Abarca casi 80.000 hectáreas y fue donado a la nación por el jefe maorí Te
Heuheu Tukino IV en 1887.
Lagos esmeraldas, prados alpinos y aguas termales rodean los volcanes más grandes
de la Isla Norte, que ofrece un entorno de diversidad impresionante.
Los tres volcanes están muy vivos, el Monote Tongariro tuvo una erupción en agosto de 2012, pero esto no disuade
a la gente de esquiar en sus pistas de esquí o practicar el senderismo por sus
cráteres, cuenta con un sistema de alerta temprana de erupciones.
La actividad más célebre del parque es el “Tongariro Alpine Crossing”, una caminata de un día que atraviesa el
terreno a lo largo de las laderas de las tres montañas. Los cráteres humeantes,
los antiguos flujos de lava y los lagos termales hacen del paseo una
experiencia inolvidable.
La altura de estos montes es Ruapehu 2.797 metros, Ngauruhoe 2.291 metros y
Tongariro 1.968 metros, el enorme macizo de Tongariro cuenta con más de 18 kilómetros de longitud. Ruapehu tuvo
el honor de salir en El Señor de los
Anillos y ser el mítico Mordor,
las Emyn Muil descritas por J.R.R. Tolkien
y el cono casi perfecto de Ngauruhoe fue la base para el Monte del Destino.
Las montañas de este parque nacional tienen un profundo significado
espiritual para el pueblo maorí. La leyenda cuenta que el sumo sacerdote
Ngatoroirangi se congeló en una tormenta de nieve mientras exploraba Tongariro
y llamó a Hawaiki, la tierra natal de la Polinesia tradicional de los maoríes
para que le trajeran el fuego. Su oración fue escuchada, a través del canal que
ahora llamamos el cinturón de fuego del Pacífico y la montaña hizo erupción.
Las faldas de las montañas están cubiertas con bosque donde crecen plantas
alpinas y arbustos de bajo crecimiento que proporcionan un hábitat ideal para
muchas de las aves nativas y de los únicos mamíferos nativos de Nueva Zelanda como el peculiar murciélago
neozelandés.
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